31 de octubre de 2010

Amamantar gemelos. Las primeras horas, los primeros días (8 y última)

Octava y última entrega de una serie de post que traducen el Plan de allaitement de jumeax que hay en la web http://www.allaitement-jumeaux.com/
La traducción es de Marisol García.

1.- Las primeras horas, los primeros días
2.- La primera tetada en diez lecciones
3.- Los niños nacen ...
4.- ¡CONFIANZA, CONFIANZA! En la naturaleza, en ti, en tus hijos.
6.- Puesta al pecho
7.- A veces pasa que la primera tetada es difícil

Lactancia en mellizos http://criandomultiples.blogspot.com/
No nos olvidamos de las madres separadas de sus hijos recién nacidos.
Desorientada, en estado de shock, bajo la influencia de la emoción de un nacimiento que no es como los demás, tal vez haya visto un poco sus caritas, y de pronto han desaparecido, rápido, demasiado rápido para el gusto de mamá. Pero el sufrimiento fetal es algo muy importante, es vital. Vacía, cansada, tal vez ya frustrada, esta mamá tiene la misma necesidad de cuidados, de amor y de ayuda, que cualquier otra mamá. ¿Quién le va a dar un extractor de leche? ¿Y explicaciones? ¿Un apoyo adecuado para comenzar su lactancia?

Habitación de una madre separada de sus hijos
El extractor de leche al fin encontrado, al fin provisto, está en marcha; duele, tira, hace ruido, "me da la sensación de que me atrapa el pecho, de que se lo come".
Apresurémonos a reducir la fuerza de la aspiración; cuando comenzamos con un extractor, hay que ponerlo en el nivel más bajo. El hecho de ponerlo en el nivel de extracción más alto no mejorará la lactancia, sino que nos dañará el pecho; evitemos las grietas.

Cada dos horas, y al menos una vez por la noche, seguiremos el ritual: coger el extractor, ponerlo en el nivel 1, aplicar la copa al pecho y ponerlo en marcha. Al cabo de unos minutos, apaga el extractor y pasa al otro pecho. En ocasiones, alternarlos varias veces: cinco minutos a la derecha, cinco minutos a la izquierda, cinco a la derecha, cinco a la izquierda. En cualquier caso, suficiente tiempo cada vez y en cada pecho para obtener algo de calostro.

Guarda el calostro o la leche en un recipiente bien limpio y bien cerrado, enjuaga tranquilamente el extractor con agua tibia y luego con agua caliente y después pásalo por el esterilizador. A tus bebés les darán el calostro o la leche. Aprovecha la presencia del padre: ahora él puede llevar el calostro o la leche y tú puedes reposar; dentro de nada iréis los dos. Lo uno o lo otro, lo uno y lo otro, ve enseguida a darte una vuelta por neonatos o a hacer el método canguro.

Tus bebés reciben tu calostro tal vez directamente por sonda gástrica o tal vez por vía oral. Aquí conviene exigir que la leche se la den en taza, con jeringa, en vaso de entrenamiento, pero no con tetina, ya que podría inducir a una confusión tetina-pezón (el bebé agarra mal el pezón) o a pereza (el bebé rehusa a tomar el pecho porque es más cansado que el biberón). Esto es difícil de conseguir de un equipo dedicado a neonatología, pero basta un equipo no volcado exclusivamente en las alarmas, un equipo médico humano y humanizado; dar la leche en una taza no lleva más tiempo que darla en biberón.

El extractor rompe el silencio de la noche; dos ojos somnolientos caen sobre el contenido del extractor: apenas unas gotas... ¿Merece la pena? ¡¡Como!! No nos olvidemos de que los bebés acaban de nacer y que son muy pequeños. ¿Sabes cómo es de grande su estómago? Así que, si has recogido unas gotas, no pienses ni de lejos que no tienes "nada". Estate segura de que tu leche es una leche adaptada a prematuros: la naturaleza ha previsto que la mujer que da a luz prematuramente tenga una leche adaptada a sus criaturas prematuras, no tiene la misma composición que la leche de una madre que da a luz a sus bebés a término. Así que estate segura de que tu leche corresponde a las necesidades específicas de tus bebés, y que es el mejor remedio para que se pongan "al día".

Incansable, la mamá repite ese gesto: 120 minutos al día en total, es el mínimo para comenzar y mantener una secreción de leche sin bebés; 120 minutos parecen muchos cuando no se está cerca de los bebés. Pero hay ayudas y trucos: siempre puedes aumentar o disminuir el tiempo y número de las extracciones: seis de veinte minutos, ocho de quince... y así, lo que más te convenga.

No es fácil vivir separada de tus hijos, es necesario el apoyo: el apoyo de papá, de la gente que te rodea, consejos adecuados de lactancia y la participación de los equipos médicos.

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