16 de septiembre de 2010

Cómo educar a su hijo de seis a ocho años

Su hijo en edad escolar es capaz de participar activamente en la determinación de las reglas para el hogar y la familia, y de ayudar a decidir las consecuencias que conllevará el romper dichas reglas. Si involucra a su hijo en este proceso, es más probable que respete las reglas. Pegarle y gritarle a su hijo no son técnicas eficaces de disciplina. Así sólo le enseña que la violencia y los gritos son una respuesta adecuada al enojo o la frustración.

Consejos para educar adecuadamente a su hijo/a en edad escolar
  • Evite que la palabra que su hijo escuche con más frecuencia sea "no". Es importante remarcar lo positivo. Elogie a su hijo cuando se comporte bien para que no crea que la única manera de llamar su atención es comportándose mal. Su hijo puede ser sensible a las críticas, por eso los elogios son una buena manera de aumentar su autoestima.
  • Recuerde que su hijo todavía puede tener berrinches.  En tal caso, trate de mantener la calma. Si usted reacciona a estos berrinches, su hijo/a recurrirá a ellos para llamar su atención. Respire hondo y, con calma, dígale a su hijo/a que cuando quiera hablar acerca de cómo se siente, usted lo/a escuchará.
  • Las amenazas falsas son peligrosas. Es fácil enojarse y amenazar con castigos poco realistas, como: “¡Si no dejáis de pelearos nunca más vamos a hacer un viaje en coche!”. Las amenazas de algo que usted no puede cumplir, especialmente las que contienen la palabra “nunca,” debilitan el poder de las amenazas realistas que usted pueda usar en el futuro.
  • Maneje la disciplina. Es posible que su hijo sienta que tiene poco control y que crea que comportarse mal le dará poder. Castigarlo constantemente sólo alimentará esta creencia. Es mejor prestarle atención cuando hace algo bien y hacerle comentarios positivos. Esto le demostrará que también puede adquirir poder y llamar su atención mediante el buen comportamiento.
  • Haga participar a su hijo dándole opciones. A veces, cuando un niño siente que no tiene nada de poder, lo mejor es hacerlo participar en el proceso de decisión. Ofrézcale dos opciones, así sentirá que tuvo algo de participación en el asunto. Recuerde que un niño no debe tener opciones siempre. Usted debe decidir cuándo es adecuado que las tenga (p. ej.: permítale decidir qué comer en el almuerzo, pero no si debe usar o no el cinturón de seguridad), y asegúrese de que usted puede aceptar cualquiera de las opciones que su hijo elija.

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